¿Es este el comienzo de una oleada de películas musicales biográficas? Probablemente. Tras la exitosa Bohemian Rhapsody que mostraba la vida del cantante Freddy Mercury y su banda Queen ahora nos encontramos con un biopic de otra estrella del rock (y el pop), Elton John. La verdad es que al enterarme del proyecto tuve dudas inmediatas sobre cómo sería el resultado final. Elton John no me parecía una figura tan interesante como Freddy Mercury (las comparaciones con Bohemian Rhapsody son inevitables por haberse realizado tan cerca la una de la otra), y Taron Egerton, al que solo conocía por las películas de Kingsman, no me parecía la mejor elección para interpretar al excéntrico artista. A pesar de esto me animé a verla, porque fuese de mayor o menor calidad, parecía una película interesante. Resulta que es mejor de lo que esperaba, y no solo eso; Egerton es considerablemente mejor actor de lo que intuía. No solo hace una muy digna representación de Elton John, sino que es capaz de llevar a cabo una actuación versátil y poderosa. No me sorprendería ver su nombre entre las nominaciones de los circuitos de premios.
Otra sorpresa es que es un musical. No solo una película musical como Bohemian Rhapsody; un musical en toda regla con interrupciones narrativas en las que algunos de los personajes cantan y bailan. Normalmente no es un género que me guste demasiado, porque los personajes y actuaciones estrafalarios que suelen aparecer me acaban irritando, aunque tratándose de una película de Elton John la extravagancia era casi un requisito, y no se lleva a un extremo que pueda resultar molesto (con alguna posible excepción puntual). El excéntrico vestuario que lleva Egerton durante la película realmente está basado en vestimenta que llevó el cantante.
En general diría que es una película menos redonda que Bohemian Rhapsody, para los que quieran saber qué esperar, pero que aún así resulta muy disfrutable.
AVISO: Algunos spoilers a continuación.
La película empieza con una sesión de alcohólicos anónimos en la que un Elton John entrado ya en la mediana edad (y vestido en un traje de diablo) empieza a relatar su atormentada vida con visible dolor. Esta escena ya anuncia que se va a tratar de una película que mostrará tanto lo bueno como lo malo, aunque algunas acontecimientos sean cosas que alguien normal no querría que se supiesen de su vida. Narrar los momentos más bajos de la vida de uno mismo tiene su mérito por el valor que conlleva, aunque más adelante hay también momentos de excesiva auto-indulgencia. Es uno de los problemas de que el artista en cuestión este involucrado en la creación de una película autobiográfica, pero en este caso no llega a ser demasiado problemático, por la ya mencionada sinceridad con la que se afrontan los problemas con el alcohol, las drogas y el sexo y el tormento interno ocasionado por una vida complicada.
Se muestran de manera efectiva las dinámicas sociales de la Gran Bretaña de la segunda mitad del siglo XX, que contribuyeron en gran medida a crear la figura de Elton John; Elton por un amigo que se llamaba así y John por John Lennon, una de las múltiples curiosidades del artista que aparecen.
Además de Egerton, aparecen otros actores conocidos como Jamie Bell (que interpreta a Bernie Taupin, el liricista del cantante), Bryce Dallas Howard (su madre) o Richard Madden (su agente y amante), que aquí por algún motivo extraño y sin importancia alguna me recuerda a veces a Hugh Jackman. Algunos de los personajes pueden parecer un tanto villanizados, como en el caso de los padres, aunque se da una ligera idea de las razones personales que pueden tener para actuar así (como en el acto musical en el que canta la familia). Entre tantas figuras negativas que tuvo en su vida, se erigen como pilares de apoyo su abuela, que fue la persona que creyó en él durante su infancia, y su amigo Bernie, con el que mantendría su amistad a lo largo del tiempo.
La película tiene una realización bastante original, con el uso de efectos interesantes que se emplean durante los momentos musicales y aportan un aura de fantasía que queda particularmente bien en este biopic. A pesar de ello, me gustaría que se dejase de usar el CGI de manera innecesaria, aunque esto es solo un gusto personal, al preferir un aspecto menos digital en cuanto a la estética en el cine.
Rocketman es un buen biopic porque como a mí, puede gustarle a gente que en un principio no se sienta demasiado interesada por la figura de Elton John. Con unas actuaciones solidas, toques de humor, momentos musicales bien ejecutados y recreaciones de algunos de conciertos y videoclips, que pueden interesar especialmente a los fans del cantante, se demuestra que los biopics musicales pueden ser una nueva mina de oro que ofrezca películas entretenidas sobre iconos de la industria musical.
VALORACIÓN: 7/10.
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