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sábado, 17 de agosto de 2019

'Érase una vez en... Hollywood' (2019) de Quentin Tarantino


'Érase una vez en Hollywood' ha sido sin duda una de las películas más esperadas de este año, especialmente por los aficionados del polémico director y guionista Quentin Tarantino. Sus películas siempre han sido sorprendentes, y de nuevo es el caso, aunque esta vez sea por un cambio (o puede que una evolución) en el tono de sus películas. La obra en cuestión ha conseguido algo inesperado al contar con un estilo más lento, e incluso sobrio, al que estamos acostumbrados en su cine. No es que sus otras películas sean siempre frenéticas, ya que Tarantino no le tiene miedo a escribir escenas de más de diez y quince minutos de duración, pero normalmente cuentan con un montaje rápido, diálogos chispeantes y música extradiegética para agilizar las escenas. Pero no, Érase una vez en Hollywood (a la que me referiré como 'EH'), emplea planos largos, evitando los cortes cuando no son completamente necesarios; música principalmente diegética, aunque no descarto que lo fuese en su totalidad porque al ser la primera vez que veía la película no estaba fijándome específicamente en la banda sonora; un montaje más lento que da lugar a una mayor reflexión, tanto por parte de la audiencia como de los personajes; y a pesar de los momentos cómicos, en general un tono más serio que crea una atmósfera que probablemente nadie esperaba encontrar en la película.

Como han comentado algunos críticos, esta se trata de la que podría ser su película más personal, y puede que esa sea la razón por la que ha abordado el tema con una mayor madurez, creando una obra rebosante de matices y sutilezas.  Por supuesto, no renuncia a sus habituales referencias a la cultura popular, y al estar la película ambientada en el Hollywood de finales los años 60 (época en la que creció Tarantino), hay muchos guiños a películas, actores, directores, e incluso localizaciones reales de la época. Se ha dicho también, quizás de manera excesiva, que esta es su carta de amor al cine, pero al igual que EH, lo han sido todas sus obras anteriores. Esta última va más allá y rinde homenaje a todas la personas que han trabajado o han querido trabajar en la industria. Los personajes representan todas las ilusiones y frustraciones que él mismo posiblemente haya sentido en distintos momentos de su vida, por lo que estos sentimientos llegan al espectador con una gran sinceridad.

Le recomendaría a cualquier persona que no la haya visto pero que planee hacerlo, que antes de ello se informe sobre Charles Manson, su clan, y la relación que estos tienen con la actriz Sharon Tate, uno de los personajes clave de la película. Se podría pensar que esto va a arruinar la experiencia de ver la película al desvelar parte de la trama, pero EH está realizada tomando como un supuesto que la audiencia sabe lo que ocurrió en relación con los personajes nombrados. Yo mismo pensaba que los espectadores que no conociesen nada tendrían la ventaja de entrar sin ideas preconcebidas sobre la trama, pero puedo asegurar que la experiencia es mucho mejor sabiendo, aunque sea por encima, quienes son y qué ocurrió.

Por cierto, merece la pena quedarse para ver una escena post-créditos.

AVISO: Spoilers a continuación, sobre el desarrollo y final de la película.


La historia que se nos cuenta (a pesar de que algunos piensen erróneamente que no se cuenta nada y que solo son pajas mentales cinéfilas de Tarantino), tiene lugar en el año 1969, en un momento de suma importancia para la industria del cine. Es una etapa de transición que deja atrás el viejo Hollywood, progresivamente dando lugar a un nuevo panorama al que no todos los miembros de aquel mundo pudieron adaptarse, como ha sucedido cada vez que Hollywood se ha renovado. El ambiente que se nos muestra está representado por los tres personajes clave de la película: Rick Dalton, un actor cuya carrera está en declive; Cliff Boothe el especialista para las escenas de acción de Rick; y la vecina de Rick, Sharon Tate, una actriz cuya carrera está en un buen momento, y para la cual el futuro podría albergar un gran éxito. Los personajes están interpretados por Leonardo DiCaprio, Brad Pitt y Margot Robbie respectivamente, siendo el personaje de la última el único que existió de verdad, aunque los otros dos están basados en distintas personas reales. El trío representa los distintos aspectos de Hollywood; Rick es la antigua estrella que vive lujosamente pero tiene un carrera con poco futuro, Cliff es el Hollywood bajo que a pesar de trabajar junto a personas muy importantes tiene que vivir en una zona poco glamurosa y en una situación inestable, y Sharon es la actriz en lo más alto del panorama cinematográfico al tener dinero, cada vez más fama y una carrera ascendente. Tate estaba casada con el director Roman Polanski, que en ese momento, como se menciona en la película, era posiblemente uno de los autores más importantes de todo el mundo. Todo parecía perfecto para la pareja, que incluso iba a tener un hijo. Por desgracia, al mismo tiempo estaban desarrollándose unas situaciones muy distintas con un grupo de individuos inestables. Charles Manson, un aspirante a músico (que como curiosidad escribió una de las canciones de los Beach Boys al tener una conexión con Dennis Wilson), creó una especie de secta al que pertenecieron algunos jóvenes del movimiento hippie. 'La Familia Manson' fue responsable de múltiples asesinatos, y entre las víctimas se encontraron Sharon Tate y varios de los amigos con los que estuvo la noche en la que fue brutalmente asesinada. Este es el incidente que acecha toda la película. El asesinato de Sharon Tate supuso el final de la esperanza en la que se basaba el movimiento hippie, y marco profundamente a toda una generación, siendo un suceso muy traumático que proyecto una sombra negra sobre los jóvenes de la época.


La historia se desarrolla a lo largo de tres días, que resultan suficientes para presentarnos a la perfección la situación personal de cada uno de los protagonistas, contando también con numerosos flashbacks que nos ayudan a comprender el destallado trasfondo de los personajes. Durante este viaje van apareciendo figuras importantes de la industria de la época como Roman Polanski, Bruce Lee o Steve McQueen. Este último sirvió en parte como inspiración para el personaje de Rick Dalton, ya que también comenzó su carrera en un western televisivo, aunque a diferencia de Dalton, McQueen consiguió dar el salto a la gran pantalla exitosamente. Por estos detalles resulta incluso más gracioso cuando Dalton desvela que casi tuvo el papel de McQueen en 'La gran evasión'. La recreación de como hubiese sido esto está tan bien realizada como el resto de falsos montajes que se hacen imitando o recreando programas de televisión y películas reales, como pueden ser la serie 'FBI' en la que aparece Dalton, las películas bélicas o los spaghetti westerns. Puede que estos últimos no le gusten nada a Dalton, pero a Tarantino sí, como se puede apreciar por el guiño a Sergio Leone con el título de la película, que hace referencia a títulos como 'Once upon a time in the west' o 'Once upon a time in America' del director italiano. Se menciona a Sergio Corbucci, que realizó la película 'Django', que fue una gran inspiración para 'Django Desencadenado', evidente por el título. Como último detalle relacionado a los directores italianos se comenta la existencia de otro director llamado 'Antonio Margheriti', que también es uno de los nombre que usan los protagonistas en 'Malditos Bastardos' cuando pretenden hacerse pasar por cineastas italianos. Esta no es la única conexión al propio cine Tarantino,  ya que si no estoy equivocado, aparece el mismo aeropuerto que se puede ver al comienzo de 'Jackie Brown'.

Las referencias cinéfilas son incesantes. Aparecen numerosos carteles de películas, pero además hay muchos detalles que seguramente se pierdan por ser tan numerosos, y por ser poco probable que se conozcan todas las películas y personas a las que se hacen referencia. Por ejemplo, hay una escena muy breve en la que Sharon Tate menciona que le quiere comprar a su marido un libro titulado 'Tess de los d'Urbevilles'; años más tarde, Polanski realizaría 'Tess' una película basada en la novela. Hay referencias como esta durante todo el metraje y en ocasiones pueden ser tan breves como la mención de alguien llamado 'Yul', seguramente el actor Yul Brynner.


Además de aparecer menciones a grandes actores, estos aparecen también en pantalla. Se podría decir que aparte de DiCaprio y Pitt (y discutiblemente Robbie), ningún miembro del reparto tiene un papel particularmente grande, pero aún así Tarantino ha conseguido reunir a un elenco de actores excepcional. Sabes que hay actores peleándose por salir en una de tus películas cuando puedes permitirte contratar a Al Pacino para salir en solo dos escenas.  Otros de los actores que salen en la película son Kurt Russel, Bruce Dern, Michael Madsen, Timothy Olyphant, Luke Perry, Damian Lewis, Emile Hirsch y muchos más. Había tanto material grabado que incluso se llegó a cortar por completo el papel de Tim Roth (que aún así tiene su mención en los créditos). Es posible que en el futuro se haga alguna versión extendida como con 'Los odiosos ocho', en cuyo caso puede que se incluyan los papeles de los actores que han sido eliminados en la versión que se ha estrenado en cines.

Volviendo a los personajes principales, el dúo protagonista ofrece unas actuaciones excelentes en unos papeles más que interesantes. Rick es un actor con muchas inseguridades, pero que al mismo tiempo puede ser muy arrogante, resultando en escenas muy graciosas en las que vemos como él mismo contribuye a su autodestrucción a través de comportamientos que no le ayudan en lo más mínimo. Cliff es otro antihéroe con matices grises. Es un veterano de guerra al que le persigue el rumor de haber matado a su mujer, algo que se deja abierto como otros de los aspectos menos importantes de la película, lo cual resulta bastante curioso y contribuye a la creación de una atmósfera inusual para una película de este director, resultando quizás más lírica. También llama la atención la indiferencia de Tarantino hacia la presión tácita (y no siempre tan tácita) que hay en la actualidad en cuanto a la eliminación de aquellos aspectos que no sean políticamente correctos. Lo que no ha cambiado en su cine es que los personajes, incluso los protagonistas, pueden ser personas de moralidad cuestionable, que pueden hacer comentarios racistas porque la gente en la realidad puede ser racista. Siendo una historia que tiene lugar en Estados Unidos en los años 60 lo extraño hubiese sido no escuchar algún comentario que hoy en día se reprocharía (obviamente, con razón). Es el hecho de que los personajes no se presenten como héroes tradicionales, sino como personas de aspectos morales cuestionables lo que deja en evidencia la ideología propia del creador en cuanto a esos temas, aunque las críticas por la mera inclusión de estos matices morales parece que van a persistir. Es refrescante ver una película que no ha sido recortada por la autocensura que se imponen muchos autores actuales por miedo a ofender a gente que no entiende que la ideología de los personajes no es la ideología que se intenta transmitir al público. Seguramente no les vaya a gustar American History X.

También hay que destacar el buen trabajo que ha realizado Robbie, especialmente teniendo en cuenta que muchas de sus escenas no tienen diálogos. Aún así, se podría decir que ella es el alma de la película, por ser la pieza fundamental en transmitir los ideales más positivos de la industria. Consigue mostrar distintos aspectos de la personalidad de la actriz solo con sus expresiones faciales y su lenguaje corporal, como por ejemplo en la escena en la que visita un cine para ver una película en la que aparece y presta atención a las reacciones del público. Al parecer, esta escena tiene su origen en algo que hizo el propio Tarantino cuando estando en una cita, quiso comprobar si podría entrar gratuitamente a ver la película 'True Romance' por haber escrito él el guión.


Como mencioné al principio la película es considerablemente lenta, pero hay algunas escenas muy destacables, como la conversación que Rick tiene con una actriz de 8 años con la que trabaja en un nuevo proyecto (por cierto, que buena actriz para ser tan joven), el conflicto entre Cliff y Bruce Lee, o la magnífica secuencia culminante, de la que hablaré en más detalle. Una de mis escenas favoritas sería sin duda la escena en la que Cliff visita el Rancho Spahn, lugar donde vivió la Familia Manson durante un tiempo. Cliff conoce a Pussycat, una de las chicas de la secta que consigue que él la lleve en coche hasta el rancho. Durante toda la secuencia que tiene lugar ahí la tensión es máxima. De hecho, la manera en la que está filmada hace que el tono sea parecido al de una película de terror, y uno llega a temer por la vida de Cliff que se ve rodeado de gente extraña, mientras intenta averiguar si han matado al viejo dueño del rancho, al que conocía hace años. Es una muestra de gran cine, planificada y ejecutada con maestría.

Nos acercamos al final. Es la noche del último día de los tres que se nos muestran. Rick ha tenido algo de éxito trabajando en proyectos por Europa, habiendo llegado incluso a casarse con una mujer italiana durante este tiempo. Pero los días de su trabajo con Cliff han terminado por sus nuevas circunstancias. Los dos salen juntos, se emborrachan y después vuelven a la casa de Rick. También se nos muestra de manera minuciosa el día de Sharon. Es el día en el que unos seguidores de Manson conducen hasta su vecindario, armados y dispuestos a matar. Entre los cuatro personajes de la Familia Manson que van se encuentra una cara algo familiar: es Maya Hawke, la hija de Uma Thurman. Los fanáticos dan una vuelta en el coche para inspeccionar la zona. Desde su casa, Rick se da cuenta de que unos desconocidos han subido hasta esta zona privada, y lo que es peor, son unos malditos hippies. Después de salir y enfrentarse a ellos con una jarra de margarita en mano, consigue que den la vuelta y se vayan. Pero la noche no ha acabado y los cuatro discuten en el coche. Una chica del grupo habla sobre como la gente que vive en ese vecindario es gente que durante décadas ha estado apareciendo por la televisión, lucrándose mientras esencialmente vendían violencia al mundo (a través de los programas en los que aparecían), haciéndolo pasar por entretenimiento. La conclusión  a la que se llega es que ellos deberían matar a toda la gente que ha estado "matando" en las pantallas de todo el mundo. Sin embargo, el personaje de Maya Hawke no está segura de todo este asunto y consigue escaparse con el coche. Los otros tres, armados con cuchillos deciden seguir con la misión y vuelven. En vez de entrar en la casa de Sharon Tate, deciden que su primer objetivo será la casa de al lado, la casa de Rick. Ahí se encuentran con Cliff, que no está en plenas facultades al haberse fumado un cigarrillo empapado en LSD que le compró a una hippie. En este estado, no se puede tomar la situación con seriedad, aunque los otros estén dispuestos a matarle. Y está solo con su perro, ya que Rick está en la parte trasera, en la piscina. En una alteración histórica más, Tarantino le da la vuelta a la situación. Cliff, con la ayuda de su perro, consigue matar brutalmente a los que se hubiesen convertido en asesinos. La última chica, con la cara destrozada, llega a la piscina, asustando a Rick, que va a buscar un lanzallamas que tenía del rodaje de una de sus películas, y la carboniza completamente. Los vecinos están a salvo, los asaltantes han muerto.


Viendo la escena de la matanza final, hay una mezcla de sensaciones contrarias que van desde el horror por lo que está pasando, al disfrute por saber que son personas que en la vida real asesinaron a gente inocente, incluyendo una mujer embarazada, y gracia, porque la situación está presentada de una manera hiperbólica marca de la casa. Uno no puede evitar volver a pensar casi sin darse cuenta en la conversación que tuvieron los seguidores de Manson en el coche unos minutos antes. Lo que se está viendo es una violencia extrema; realmente es algo brutal que no debería producir ninguna reacción que no fuese horror ante tal carnicería. Como se dijo en el coche, lo que los espectadores estamos viendo son actores vendiendo violencia como entretenimiento, y lo que más me sorprende de todo esto es que un comentario así esté en una película de Tarantino, que es famoso por sus películas hiperviolentas. Esta auto-reflexión da mucho que pensar, especialmente por este contexto. 

Como nota aparte, creo que es posible que la razón por la que el personaje de Maya Hawke se marcha en el último momento es para no tener que mostrar en pantalla como la matan sangrientamente, dado que sería algo perturbador de ver para su madre, colaboradora y amiga de Tarantino.

En la escena final, Rick sale a la calle, donde se encuentra con uno de los amigos de Sharon, una de las personas que en la vida real murió aquella noche. Hay sorpresa por su parte al enterarse de lo que ha pasado; es algo terrible, pero afortunadamente todos están bien. Entonces Sharon invita Rick a que suba a la casa con ellos. Las cosas no están tan mal. El futuro es esperanzador para ellos, y el final resulta conmovedor sabiendo lo que ocurrió. Es un final que nunca hubiese esperado, incluso sabiendo como Tarantino ha alterado la realidad histórica con anterioridad en sus películas. La masacre que tuvo lugar en casa de Sharon Tate parecía una escena perfecta para una de sus obras, caracterizadas por secuencias de ese tipo. No se podría haber hecho una película sobre este suceso con más respeto que, en cierto modo, realizando una venganza cinematográfica hacia el clan de Charles Manson. Aquel día de 1969 fue destrozada la esperanza de toda una generación a través de unos brutales asesinatos que contribuyeron a traer el final de los ideales del movimiento hippie, inyectando miedo en la sociedad. Pero este final alternativo pretende transmitir que la esperanza sigue viva, ya que no pudieron acabar realmente con ella. El propio Manson solo aparece en la película unos treinta segundos, si eso. No tiene importancia en la cinta, porque al fin y al cabo no es nadie, solo un loco que quería ejercer el mal sobre el mundo y finalmente no será recordado por otra cosa. El final es de una gran profundidad por la idea que tiene tras de sí, una que por desgracia seguramente no vaya a llegar a todos los espectadores. Es el cine como salvación, y como corrección de los males del mundo.


Creo que puede haber algo de confusión sobre la intención de la película por la ideología de Rick Dalton, el cual muestra una gran animosidad hacia los hippies y la nueva cultura que traen consigo. Como ya he expresado, no creo que se puedan atribuir las actitudes y pensamientos de los personajes al autor, ni afirmar rotundamente que estos son el mensaje que la película quiere transmitir a la audiencia. Rick tuvo éxito en el viejo Hollywood, y la incapacidad de ajustarse a los cambios (que para él estarían representadas por las nuevas tendencias cinematográficas) es uno de los temas principales de la película. A Rick no le gustan los hippies porque son una de las múltiples manifestaciones de un mundo al que teme, por no haber lugar en este para un viejo actor del antiguo sistema.

La banda sonora es notable como era de esperar, y cuenta con grandes clásicos que contribuyen a adentrar al espectador en el mundo que se recrea. La única pega que le puedo poner a la película es que en ciertos momentos creo que se hubiese beneficiado de unas transiciones más rápidas, como cuando se introducen los flashbacks. Podría haberse mantenido el mismo ritmo pausado con unos saltos más perfilados en estos momentos específicos, ya que las tomas largas y sin cortes que caracterizan a esta película se hubiesen conservado aunque los cambios de escena fuesen menos lentos. La película sigue siendo un obra excelente, aunque imperfecta, que parece destinada a la incomprensión por parte de muchos espectadores que esperaban encontrar una película más cercana al resto de su filmografía.

VALORACIÓN: 9/10.

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