Después de cuatro años desde su última película, y unos cuantos más desde su última obra en España, Alejandro Amenábar vuelve a su tierra natal para, cómo no, hacer una película sobre la guerra civil. Bromas aparte, 'Mientras dure la guerra' no es tanto una película sobre el conflicto nacional, como lo es sobre los conflictos internos del escritor Miguel de Unamuno. Es verdad que a través de sus ojos vemos el final de la II República y el comienzo de la sublevación que acabaría con Franco en el poder, pero la historia que se nos cuenta es la de las contradicciones de este célebre personaje, junto con los retratos adicionales del propio Franco y el militar José Millán-Astray. Por este motivo las quejas de fallos e incoherencias históricas para mi no tienen tanto peso como podrían tenerlo en alguna otra obra, ya que más que una película histórica es un estudio de personajes, que intenta mostrar los claroscuros de algunas de las figuras importantes de este periodo. También ha habido quejas por parte de los militantes franquistas, que todavía consiguen alzar la voz por encima de la mayoría, pero a pesar de algunas críticas iniciales mixtas, puedo decir que Mientras dure la guerra es una película notable del que probablemente sea uno de los mejores directores españoles de la actualidad.
AVISO: (Es historia sí, pero....) Spoilers a continuación.
La película comienza con el 'Tiro de la plaza' en la plaza mayor de Salamanca. Ya se muestran algunas movilizaciones militares, aunque realmente en toda la película el conflicto armado que aparecerá en pantalla será mínimo, ya que Amenábar prefiere centrarse en otros aspectos de interés. Los disimulados (y no siempre tan disimulados) cambios sociales que van teniendo lugar van captando la atención de un anciano Miguel de Unamuno, que junto con su familia presencia como algunas de las personas más cercanas a él se van viendo afectadas negativamente por los primeros indicios de la sublevación militar. Sin embargo, Unamuno se niega a aceptar que de verdad estén teniendo lugar todos estos incidentes, e invadido por la inacción, es testigo de cómo incluso algunos de sus amigos sufren las consecuencias de la caída de la República. Se presenta una situación complicada, en el que el propio bando republicano contiene distintas facciones (con distintas ideologías), que finalmente no pudieron hacer frente al igualmente dividido bando nacional. Puede que el retrato de la situación sea simplista, pero al ser una situación tan complicada se necesitarían varias horas más para poder contarlo con detalle. Tomando la alternativa, Amenábar muestra una especie de boceto de la situación, consiguiendo trasmitir una idea general de cómo la sociedad de la época experimentó estos cambios. Con una perspectiva retrospectiva parece difícil ver (y en muchas ocasiones no se ha mostrado adecuadamente) la incertidumbre que se debió de sentir en esos turbulentos años, pero el hecho de que incluso los protagonistas de la obra se muestren poco seguros ayuda enormemente a mostrar que las cosas nunca son tan fáciles como lo parecen posteriormente, cuando las tiene que vivir uno mismo. Unamuno se pregunta qué es lo que puede hacer él para poder salvar al país, siendo un sólo hombre, de poder insuficiente. Incluso las personas de mayor influencia sentían un miedo tremendo por lo que podría pasar, algo que se muestra por ejemplo en la escena en la que Unamuno descubre que Lorca ha sido asesinado.
Aparte del escritor vasco (interpretado por Karra Elejalde), las otras figuras centrales de la película son Francisco Franco (Santi Prego) y Millán-Astray (Eduard Fernández). Todas las actuaciones principales son excelentes, pero para mí destaca especialmente un imponente Eduard Fernández, que consigue ser el centro de atención de todas las escenas en las que aparece. Hay momentos puntuales en que algunas de los personajes históricos son presentados de forma ligeramente caricaturesca, pero esto no llega a convertirse en un gran problema. Para mí lo más sorprendente es que se use la figura de Franco como un personaje de verdad, con sus propias escenas y conflictos, y no solo un personaje anecdótico que aparece de fondo. Por su representación, no es demasiado difícil adivinar con qué lado simpatiza más el director, pero los momentos de ridiculización del dictador se mantienen a un mínimo. Lo que es más, se da a entender que detrás de su débil fachada se esconde una mente más brillante de lo que pueda parecer a simple vista. "Franquito es un cuquito que va a lo suyito", se escucha más de una vez.
En cuanto a la realización, Amenábar vuelve a llevar a cabo una dirección elegante, con algunos momentos quizás demasiado sensibleros. La banda sonora, cae en la misma exaltación excesiva de los sentimientos, aunque a parte de esto, sin duda es una buena composición. La efectividad de la gran mayoría de las escenas permite que los momentos más efectistas se olviden rápidamente. Se mantiene una tensión alta durante todo el metraje, a pesar de la lentitud del desarrollo de la historia.
Después de numerosos choques con las nuevas fuerzas del poder, Unamuno decide que ya no puede seguir apoyando una causa en la que no cree. Se han cometido demasiadas atrocidades para que pueda permanecer callado. La escena culminante de la película tiene lugar en la Universidad de Salamanca, donde Unamuno debía dar un discurso en nombre de Franco, frente a un palco de sublevados. A pesar del evidente riesgo, Unamuno decide usar este momento para criticar todo lo que le había estado remordiendo la conciencia. Es su famoso discurso de "vencer no es convencer", tras el cual tuvo que ser escoltado fuera del edificio por su propia seguridad. Son palabras llenas de sentimiento y convicción, que Elejalde consigue pronunciar con auténtica maestría. Al poco tiempo de este incidente, Unamuno fallecería, habiéndose al menos conseguido arrepentir públicamente de su apoyo a la sublevación.
Mientras dure la guerra seguramente no vaya a ser de las películas más populares del director, pero con ella demuestra una vez más que tiene el suficiente talento para poder hacer una buena película de una historia que en principio podría parecer no tener el interés que le consigue dar.
VALORACIÓN: 7'5/10.
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