'Spider-man: Lejos de casa' es la segunda entrega en solitario del superhéroe arácnido con el actor Tom Holland como protagonista, y con Jon Watts como director. Además de ser una secuela a 'Spider-Man: Homecoming' del 2017, funciona como una especie de secuela de 'Vengadores: Endgame', probablemente por se la última película de la Fase 3 del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU). Hay fuertes referencias a todos los eventos de Endgame, los cuales dejan un gran impacto en todos los personajes por razones que serán obvias para cualquiera que la haya visto. Sin embargo, la historia que se cuenta es la de los problemas adolescentes de Peter Parker y sus compañeros mientras hacen un viaje de estudios por Europa (en la actualidad la mitad de los blockbuster parecen tener localizaciones por todo el mundo), y cómo puede sobrellevarlos a la vez que se encarga de sus responsabilidades como superhéroe, más allá de su vecindario, mientras van apareciendo nuevas amenazas.
El hecho de que la historia tenga lugar a lo largo de un viaje escolar hace que Lejos de casa se diferencie inmediatamente de cualquiera de las otras películas que se han hecho sobre Spiderman. Se le da bastante importancia a la historia de Peter como persona, y los dramas de su vida, lo cual a diferencia de lo que podría haber pensado, resulta ser una decisión que fortalece la película porque permite una mayor conexión humana con el personaje y evita tener que apoyarse excesivamente en los efectos especiales y las secuencias de acción, las cuales hay también, por supuesto. El acercamiento a la comedia romántica juvenil se lleva sorprendentemente bien.
Por otra parte, se sigue la tonalidad general del MCU con un carácter ligero y frecuentes golpes de humor, indispensables tratándose del personaje de Spiderman, y que en este caso funcionan mayoritariamente a pesar de ciertos convencionalismos que tampoco llegan a deslustrar la película. Lo que sí me pregunto es si la razón por la que se se rejuveneció el personaje de la tía May es para poder hacer bromas sobre cómo de atractiva es, porque por ahora es la única diferencia que ha traído el cambio. Asimismo, al ser una película bastante cómica en la que aparecen escenarios internacionales, se hacen pequeñas bromas sobre los países que se visitan, pero para ser una película americana ambientada en el viejo continente las euro-ofensas son moderadas.
AVISO: Algunos spoilers a continuación. No se mencionarán explícitamente ninguno de los eventos de Vengadores: Endgame, aunque sí habrá ciertas alusiones inevitables.
Una de las adiciones más interesantes a esta nueva entrega de Spiderman y al Universo Marvel es la incorporación de Jake Gyllenhaal como Mysterio, un personaje que muchos aficionados de los cómics llevaban tiempo esperando ver en la gran pantalla. Gyllenhaal estuvo a punto de interpretar al superhéroe en Spiderman 2, y ahora se une definitivamente al universo, como un personaje de un pasado misterioso (le dieron un nombre apropiado), que parece tener como objetivo destruir a las criaturas elementales que están apareciendo por el mundo. Su relación con Peter y el tratamiento del propio personaje hace que sea uno que seguramente guste de manera especial a los espectadores. También resulta llamativo el diseño de los efectos especiales relacionados con sus habilidades. Hay varias secuencias más experimentales de lo normal para películas de Spiderman que tienen una gran potencia visual.
Entre los miembros del reparto también se encuentran Samuel L. Jackson, Zendaya, Marisa Tomei y Jon Favreau. El persomaje de este último en cierto sentido toma el relevo como mentor, adquiriendo el papel de manera natural, mostrando un lado más paternal. Además de Gyllenhaal, el actor que más destaca es el propio Tom Holland, que poco a poco está demostrando que es un más que digno Spiderman, y además de eso, un buen actor. Deja ver que puede cambiar de registros moviéndose entre el drama y la comedia sin problemas.
El gran giro de la película es uno que podrían imaginar los fans de los cómics, pero no por ello es menos satisfactorio de ver, al ser un buen cambio de rumbo para la historia. Lo que no me convence del todo es la manera en la que se explica a la audiencia los planes del villano y cómo ha llegado a estar en la posición en la que está. No es el típico monólogo malvado en el que se cuenta al héroe directamente los planes, pero aún así me resulta un poco forzado. Creo que se podría haber hecho de algún otro modo que se alejase más de los clichés del género, ya que en muchos sentidos Lejos de casa consigue ser diferente de otras películas de superhéroes, aunque al final no tanto como me hubiese gustado. No obstante, es una buena película que genera interés en ver cómo podría continuar la nueva saga.
Como siempre hay escenas post-créditos, y la primera de la dos que hay en esta ocasión tiene una gran importancia para el futuro del personaje en entregas posteriores, las cuales están prácticamente garantizadas. Se nos ofrece un breve vistazo al actor J. K. Simmons como J. Jonah Jameson; basándome en su interpretación en Whiplash estoy seguro de que es perfecto para el papel. Adicionalmente, los personajes secundarios poco a poco se van moviendo hacia las posiciones que parecen decididas para ellos desde la película anterior, dejando abiertas muchas posibilidades para el futuro, con suficientes vías hipotéticas como para poder realizarse varias entregas más de esta última versión del Hombre Araña.
Por cierto, ¿desde cuando se ha pronunciado "espaider-man" en las películas?
VALORACIÓN: 7'5/10.
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