Yucatán fue una película muy publicitada cuando salió, principalmente porque estaba financiada por Telecinco Cinema de Mediaset, y las tres películas que suele producir al año reciben una campaña de marketing desmesurada. Dejando este aspecto de lado por ahora, Yucatán también era una película esperada por algunos al estar dirigida por Daniel Monzón, que también estuvo involucrado en el guión. Con su película Celda 211 obtuvo un gran éxito tanto crítico como comercial, por lo que había cierta atención sobre su nueva cinta, solo que esta vez se trataba de una comedia, un género que ya había tratado años atrás sin demasiada repercusión. En esta ocasión vuelve a contar con Luis Tosar, que es sin duda uno de los mejores actores actuales en España. Entre los actores principales de un reparto coral, se encuentran Rodrigo de la Serna, Stephanie Cayo y Joan Pera.
La premisa tenía suficiente potencial como para hacer una obra interesante, pero muchas de estas posibilidades parecen desperdiciadas en una película que con una duración de dos horas se hace demasiado larga, resultando algo aburrida a ratos. Se hubiese beneficiado de un metraje más reducido (al menos media hora menos). Para que una comedia justifique una duración tan extensa tiene que ser muy buena, que por desgracia no es el caso. Tampoco es que sea una comedia tan mala como las que suele producir Mediaset, de hecho el resultado es flojo y nada más, pero en definitiva, insatisfactorio. Hay algunas secuencias bastante conseguidas; los números musicales y de baile son el mejor aspecto de la película y demuestran que detrás de este trabajo hay una producción importante. Las actuaciones de los cuatro personajes principales (los cuatro actores mencionados) son bastante buenas, pero el problema interpretativo está entre los secundarios, que como en otras comedias nacionales resultan forzados y tremendamente exagerados (ejem, Alex de la Iglesia). Pero no debería sorprender que se de este problema, entre otros como un humor muchas veces demasiado basto, una mala ejecución de ciertos gags o sobreactuaciones, ya que hay que admitir que las comedias son por donde flaquea el cine español. Es verdad, parece imposible encontrar comedias de los últimos años (muchos años) que no empleen chistes zafios para intentar llegar un público al que han acostumbrado a esta falta de sutileza e ingenio. Pero dentro de lo que cabe, Yucatán no está tan mal en este aspecto, ya que los momentos en los que usa este humor bajo son puntuales, aunque existentes.
AVISO: Algunos spoilers a continuación.
AVISO: Algunos spoilers a continuación.
Siguiendo con el tema de los personajes y los actores, no entiendo por qué siempre se incluyen unos secundarios tan irritantes, haciendo el típico pack-familia-cateta que tanto recurre en estas comedias. A parte de los personajes principales fundamentales es difícil encontrar a un personaje que no te exaspere por su estúpida manera de ser, o la manera caricaturesca en la que esté interpretado. No es por falta de actores buenos, que los hay, aunque estén escondidos en películas infrafinanciadas que pasan por taquilla de forma tan fugaz que uno casi no se de cuenta. Y este es uno de los grandes problemas de nuestra "industria" cinematográfica. Para hacer un proyecto con una producción decente, se necesita el respaldo de las pocas productoras dispuestas a invertir el dinero que hace Mediaset, pero para que uno pueda recibir esta financiación tiene que acatar ciertos estándares formales que imposibilitan que una película se aleje de las características que garanticen que haga bien en taquilla. ¿Y cómo se puede llegar al máximo público posible en una panorama en el que los espectadores están acostumbrados a consumir productos genéricos repletos de chistes obscenos? Creando un producto estándar de limitada creatividad que emplee un humor accesible a todos, aunque esto sea en perjuicio de la calidad artística de la obra. El personaje de Joan Pera es el que sale de la película con la dignidad intacta, ya que es el que más se aleja de todas estas cualidades negativas que se explotan en un intento de ser gracioso de manera trasgresora. Luis Tosar también destaca, pero más por su propia actuación que por el personaje que interpreta.
El problema no está principalmente en la dirección de Daniel Monzón, la cual es una de las mayores bazas a favor de la película, aunque esta cuente con algunos problemas de ritmo. Los defectos estaban ya en un guión muy mejorable que no aprovecha al máximo la potencialidad de la trama. De nuevo, el humor no es muy astuto, y los momentos verdaderamente graciosos son demasiado escasos. El desenlace de todas las tramas que aparecen consigue ser más elegante de lo que se espera debido al desarrollo desigual perceptible a lo largo de la historia, ofreciendo una ligera redención final, especialmente por el bonito momento entre el personaje de Joan Pera y la mujer que conoces en el barco. Otros cabos sueltos finalizan de manera más problemática, pero en general Yucatán consigue llegar a puerto, escapando por poco una catástrofe mayor.
Dos referencias náuticas para finalizar... No está mal.
Dos referencias náuticas para finalizar... No está mal.
VALORACIÓN: 5/10
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